Jeong Kwand
es una monja budista perteneciente a la rama Seon, una variante del Chan o Zen, en Corea del Sur.
Creció en una familia de campesinos formada por seis hermanos. Desde temprana edad aprendió a realizar actividades rurales y hogareñas, así es que a los siete años ya sabía hacer fideos a mano. El vinculo con su madre era profundo e intenso, por lo que, a la muerte de ésta, mientras Jeong era una niña, su partida le impactó de modo irreversible. Fue entonces cuando tomó la decisión de nunca casarse y/o tener niños para que de este modo no pasasen por tan triste y dolorosa momento en su vida.
Bajo estos pensamientos y decisiones entendió que convertirse en monja era el camino correcto. En el año 1974 y contando con tan solo diecisiete años se manchó de su hogar para entrar a la orden monástica. En la actualidad vive junto a otras monjas en una ermita perteneciente al templo Baegyangsa, cerca de la ciudad Gwangju, en el parque nacional de Naejangsan.
A lo largo de los años de su vida monástica descubrió y desarrollo su vocación de propagar el dharma a través de la cocina. Es por esto que ella es el Tenzo o cocinero de la comunidad de monjes y monjas, laicos y laicas que visitan o forman parte de la comunidad con la cual interactúa el templo. Además de dedicarse a la cocina, también cuida un pequeño jardín y huerto donde cultiva berenjenas, tomates, calabazas, pepinos, albahaca, chiles, sésamo silvestre entre muchas otras hasta desconocidas para un occidental promedio.
Su práctica budista se ve manifestada particularmente en el trabajo que realiza con los alimentos y el cocinar, justamente ella entiende que cocinar nunca debe tratarse de la codicia, lamerse los labios o rellenar las caras. Entiende que el fin más elevado de la alimentación es alcanzar cuerpos limpios y mentes limpias. “La comida está destinada a nutrir el cuerpo y ayudar a la mente a encontrar la iluminación. Es una forma de devolver a los humanos a la naturaleza, de aclarar nuestras mentes para la meditación, así es como crecemos. Tú eres el suelo, la comida es la semilla”. Por estas razones la comida monástica es del tipo vegana, aunque del menú también son excluidos la cebolla y el ajo ya que se entiende que estos elementos aumentan la líbido de las personas.
Ahora con más de cuarenta años de práctica monástica, se ha convertido en una celebridad. Aquellos que probaron su comida la pusieron en el mismo nivel de calidad que la de cualquier otro famoso chef. Entre sus admiradores más vocales está Jeff Gordinierdel New York Times.
A lo largo de los años de su vida monástica descubrió y desarrollo su vocación de propagar el dharma a través de la cocina. Es por esto que ella es el Tenzo o cocinero de la comunidad de monjes y monjas, laicos y laicas que visitan o forman parte de la comunidad con la cual interactúa el templo. Además de dedicarse a la cocina, también cuida un pequeño jardín y huerto donde cultiva berenjenas, tomates, calabazas, pepinos, albahaca, chiles, sésamo silvestre entre muchas otras hasta desconocidas para un occidental promedio.
Su práctica budista se ve manifestada particularmente en el trabajo que realiza con los alimentos y el cocinar, justamente ella entiende que cocinar nunca debe tratarse de la codicia, lamerse los labios o rellenar las caras. Entiende que el fin más elevado de la alimentación es alcanzar cuerpos limpios y mentes limpias. “La comida está destinada a nutrir el cuerpo y ayudar a la mente a encontrar la iluminación. Es una forma de devolver a los humanos a la naturaleza, de aclarar nuestras mentes para la meditación, así es como crecemos. Tú eres el suelo, la comida es la semilla”. Por estas razones la comida monástica es del tipo vegana, aunque del menú también son excluidos la cebolla y el ajo ya que se entiende que estos elementos aumentan la líbido de las personas.
Ahora con más de cuarenta años de práctica monástica, se ha convertido en una celebridad. Aquellos que probaron su comida la pusieron en el mismo nivel de calidad que la de cualquier otro famoso chef. Entre sus admiradores más vocales está Jeff Gordinierdel New York Times.
Él describe la experiencia de comer su comida por primera vez como "un cambio de vida". En la serie de documentales de Netflix, titulado “Mesa de Chef” se puede ver en la tercera temporada a Jeong Kwan en acción, como uno más de los famosos chef reconocidos mundialmente.
Para aquellos que están interesados en visitar el templo que se encuentra a unas tres horas en automóvil de Seúl y tener una experiencia directa con la enseñanza de esta monja cocinera budista, pueden inscribirse en "Experiencia de la comida y cultura originales del templo". El programa incluye aprender modales budistas, meditar, barrer el patio y experimentar la comida del templo con la misma Jeong Kwan.
Nota:
El maestro Dogen Zenji en su obra el Shobogenzo dedicó un capítulo exclusivo para la función del cocinero de un templo budista. Este capítulo se titula "Tenzo Kyokun". En el siguiente link se puede acceder a él de forma libre y gratuita.
También se puede acceder de forma libre y gratuita a los comentarios realizados sobre este texto por el monje Etienne Zeisler (fallecido) heredero en el Dharma del maestro zen Taisen Deshimaru. En esta enseñanza se puede captar sutilmente el espíritu de la cocina de un templo budista Zen, Chang o Seon.
Adriana Etsuho
Gracias por compartir esta hermosa historia de uña monje budista.
ResponderEliminarMil gracias por compartir la vida de esta monja. Vi el capítulo de chef's table y es primoros. Quede absorta por largo rato después de haberla visto. Mil gracias
ResponderEliminar